¿Sois de los que hacéis planes cuidadosamente, o de los que prefieren ir sobre la marcha? Quienes nos conocen, saben lo que nos gusta la espontaneidad, el desmelene y el «no iba a salir y me lié«. ¿Qué esperabais de un cocinero nómada? Visto que el taller «Sopas de nuestras abuelas» no generó el interés que deseábamos (se lo vamos a chivar a todas vuestras amonas, que lo sepáis, y os va a caer la del pulpo), ayer decidimos cancelarlo y nos pusimos a improvisar: organizamos, a última hora, una cena «pop up», que dirían los modernos. Ya sabéis que en todas nuestras cenas elaboramos un menú-sorpresa. Pues en esta, todavía más.
Comprobado: lo de improvisar se nos da bien. Este fue el menú que disfrutamos. Así, con las cuatro cosicas que teníamos en la nevera ayer por la tarde.
- Carpaccio de hongos, praliné de nueces y hierbas
- Caviar verde, esturión ahumado y pil pil
- Bacalao en salsa negra
- Presa ibérica , puerros jóvenes y achiote
- Intxaursaltsa, helado de idiazabal y reducción de manzana
¿Qué os parece? Nos quedó resultón, ¿no? Además, la cena estuvo acompañada por nuestra Gastrobirra y el genial txakoli D.O. Getaria, G.1200, de nuestro amigo Jon Goenaga. Tampoco faltó un delicioso tinto crianza de Bodegas Honorio Rubio, ni el pan de Labeko y el helado de Gelati Gelati.
La conclusión que sacamos fue que nos encantan los planes de última hora. Fue una gran velada, y los comensales disfrutaron tanto como nosotros. ¡Os esperamos el martes en nuestro taller de bacalao!